El comienzo del fin: El dominio del mal (primera parte)

En la sangre que mancha los senderos del pecado he saciado toda mi sed, pero aun quiero mucha más…

Me siento en la gloria extasiada por los ojos que me pidieron misericordia y yo no se las di, que alegría es poder quitar la vida de quienes no me conocieron, de aquellos padres, hermanos o hijos de alguien, por ellos oscurezco mi lanza y mi cuchillo de quebranto y dolor, regando el universo a mi paso con el oscuro futuro de esta pobre humanidad.

¿Futuro? No, les espera un presente lleno de caos y desesperación, los llantos renacerán de sus almas ya moribundas, el frió del acero será el nuevo dios que idolatraran, se reirán de los valores, fornicaran con sus madres y con una sarcástica sonrisa su corazón sufrirá por tal acto, pobres imbéciles, que gusto satisface mis deseos al verlos tan idiotamente haciendo la voluntad que le mande sin que ellos se dieran cuenta, los maldigo por destruir lo que se les dio, por llorar por absurdos caprichos y por dejar de soñar con el cielo para mirarme a mi, Señor del Dolor, para que os ayudara, ja ja, me río en sus narices, escupo en sus pensamientos para que me entreguen todo, para que en un orgasmo fingido los lleve al carajo, los encierre en una pesadilla que ocultare con dinero y guerra, y con mis manos acariciare sus sueños con calma, pues así la sangre brota mas fácilmente de sus heridas.

Pues malditos la guerra por esta inútil, contaminada y absurda tierra ha comenzado, como nunca quiero verlos llorar, pero de alegría, saciar mis ambiciones de conquistarlos, no por medio de iglesias corrompidas, del consumismo, del sexo sin amor o del poder y camuflado de progreso y un mejor devenir, no, ahora renazco con su agonía, tengo orgasmos cuando imploran bajo mis pies que les perdone la vida, que ganas tengo de no hacerlo, pero al pensar lo que han hecho los maldigo, que se pudran, el infierno los espera, vayan con una sonrisa, pues es la única forma de alegría que podrán llevar, pues allá no la encontrarán.

Yo mientras tanto sigo mi camino, bueno, no se si sigo un camino, solo voy hacia mi perdición, que mas da, para eso nací de mis cenizas, para llenar el cielo del fuego de la destrucción y contaminar la tierra con la desolación, aquí voy arrastrando y ensuciando mis buenos deseos que jamás tuve para enaltecer el caos y el sufrimiento, sus armas no servirán contra mi, ni su absurdo arrojo ni que oren a un dios que los ha abandonado, vengan, vengan y abracen la muerte que de mis entrañas nace para que ustedes perezcan, venid que no rechazo a ninguno, los acepto en mis tierras para hacer una fiesta, una orgía de sus huesos y putrefactos cuerpos, aquí los espero, no tengan miedo, no miréis como si esto no lo esperabas, bienvenido a tu peor pesadilla, abre tu corazón a mis labios que ansiosos de tu sangre están, saca tu alma de tu cuerpo y dime que me amaras para que nos saciemos de los idiotas que en el dios de los cielos aun creen.

Te espero aquí bienaventurado holgazán, tu abandonada humanidad sufrirá mi ira, y te juro por sus inútiles almas que no descansare hasta ver tu creación destruida por mi… tu desterrado hijo de la luz irá a tu encuentro, recíbeme padre con los brazos abiertos, pues será lo ultimo que abrazaras.