El comienzo del fin: Luchando por un sueño (segunda parte)

Quiero estar loco por vez primera para huir de este mundo, pero ni aun así saldré de este infierno en la tierra…

Me han abandonado todos en estos oscuros días, dicen que la maldad se extiende por todos lados, una locura que se transmite como una enfermedad, es la nueva peste negra de nuestros tiempos, lo que ayer fue, de lo que teníamos una gran certeza hoy ya no lo es.

Un mundo lleno de avances, progreso y un futuro prometedor, quien diría que el querer ser como Dios nos llevo a esto, sus absurdos inventos de genética e inmortalidad los llevó a limites insospechados, nos sumimos en tanto desarrollo tecnológico que olvidamos al hermano que a nuestro lado sufría hambre, injusticia y soledad, ahora todos se matan como si fuera un deporte, las guerras cubren con su negro manto cada rincón de esta bella tierra, hoy hasta su recuerdo se a borrado aun de los registros de las más grandes bibliotecas, ya pocos nos acordábamos de los paseos por verdes bosques, hermosas playas, atardeceres de ensueño y noches de luna que maravillaban mis pupilas. En estos días esos bellos recuerdos son opacados por las miles imágenes de dolor que nos transmiten los pocos medios de televisión, y ya cada día el publico deja de sorprenderse, les da igual si mueren cien, mil o diez mil de una sola vez, que les puede importar si ellos mismos contaminan, dan vuelta la mirada y no ayudan a su prójimo, sea un desconocido o su propio pariente, hoy no importa el otro, solo sobrevivir o morir.

Pero esto no le ocurrió a todos, pues muchos de mis amigos y yo nos juntamos para cambiar esto, nos costo, pero se pudo lograr significativos avances, con algo de temor, pero decisión de que Dios así lo quiso, tomamos las antiguas armas, aquellas de los museos y las blandimos con amor.

Pero el enemigo también respondió, estimábamos que sus fuerzas no podían provenir la tecnología o de cualquier medio humano creado, no podía caber en nuestros corazones que su maldad fuera a llegar a tal extremo. Y se pudo ver que nuestros cálculos no estaban de nada errados, su poder venia de aquella cruz invertida encerrada en el pentagrama también invertido tatuado en su pecho, científicos que no cayeron en ese tonto deseo de ser dioses nos rebelaron descubrimientos asombrosos: sus corazones habían desaparecido, cosa científicamente imposible para que vivieran, pues bastante fuerza tenían cuando los exterminamos, y muchas vidas se llevaban de nuestras filas, valiosas personas que dieron todo por ayudar y hacer realidad el sueño de luchar por lo bueno que quedaba en la tierra.

Nuestro jefe, del cual solo se lo conocía con el nombre de Águila Vengadora, nos instruyó en las antiguas artes del combatir, nos dio lecciones básicas de supervivencia, pero ante todo nos enseñó como amar a nuestro hermano, a no dejar tendido al que esta herido y proteger siempre al desvalido, aquellas enseñanzas fueron las más duras, pues llevaban mucho tiempo internalizarlas, pero solo con la puesta en practica pudimos comprender a nuestro maestro y guía.

Siempre salio incólume de cada batalla, peleaba con más tesón y valor que todos nosotros juntos, y siempre nos ayudó, nos daba ánimos y nos instaba a no dejar de creer en Dios y superarnos cada vez más por nuestros hermanos que sufrían el yugo del mal. Gran hombre, hermano y amigo.

Ahora que lo recuerdo solo se me viene a la mente su última batalla con nosotros, he aquí en donde lloramos más almas que nunca.

Caminábamos en búsqueda de algunos de nuestros hermanos capturados por el enemigo, hacia tiempo que fueron detenidos y de esa fecha ninguna batalla se nos había presentado, solo un mundo desolado frente a nosotros y muchas leguas recorridas por nuestros pies. Llegamos a lo que era España, hoy un caos y frente a la Iglesia del apóstol Santiago que aun se mantenía en pie, y por vez primera lo vi, una capucha cubría su cuerpo, una lanza negra y una espada al cinto eran su distintivo a lo lejos, junto a cientos de guerreros oscuros lo precedían como una guardia personal, eran de aquellos que capturaron a nuestros hermanos, Águila Vengadora era el único que lo conocía, pues por culpa de él perdió a toda su familia hace mucho tiempo cuando comenzó esta infame guerra, con voz firme le pidió que soltara a nuestros compañeros, mas la risa de ese tipo nos helo la sangre y supimos que una nueva batalla se nos venia encima, tome firme mi espada y esperé la orden de nuestro jefe.

Así fue como nos arengo: Guerreros del bien, mis hermanos, hoy la batalla se torna oscura pues nos enfrentamos contra la fuente del mal, allí esta quien les hable, maldito ángel caído que sumió este mundo en el caos y el dolor, mucho tiempo ya que se nos ha escapado y en su camino de muerte nos a llevado a valiosos hombres, pero hoy lo enfrentamos, se que somos menos y su poder es grande, pero nosotros en nuestros corazones llevamos a nuestro Señor, Él esta con nosotros, su diestra nos guiara a vencer, les aseguro que hoy todo se decidirá, y no descansaré hasta verlo vencido bajo mi espada y devolverlo al infierno del cual surgió. Hermanos hoy sangre maligna correrá por nuestras armas, y el nuevo amanecer esperado por todos surgirá con la luz del amor, vamos, no temáis, firmes sus corazones, prestos a morir por el futuro que tanto luchamos y que muchos de nuestros compañeros murieron creyendo que pronto llegaría, hoy los honraremos con esta victoria, -y mirando a nuestros enemigos les grito-. El amor espera volver a este mundo nuevamente, con su muerte volveremos a ver el sol salir con esperanza del horizonte. A ti, engendro del averno, te desafío en la última batalla, y juro por Dios que será la ultima.

Y así nos afrontamos a pelear la ultima gran batalla de nuestro tiempo, el principio del fin había empezado, y el final por Dios que será inesperado…