lunes, 12 de febrero de 2007

El último aliento




En esta tierra desolada buscando un descanso

una tierra de ensueño, un lugar calmo
Dónde reposar estos destrozados huesos
Dónde posar estos pies descalzos

Un lugar dónde sanar las heridas
Un lugar dónde buscar la paz
Dónde los gritos no ensordezcan
dónde la sangre no manche los dedos

Un lugar dónde morir tranquilo
dejar este moribundo cuerpo
volar hacia el otro mundo
dejar esta vil existencia

dónde no haya enemigos
dónde no lastimen tus cuchillos
un campo tapizado de lirios
y un sauce junto al río

una tumba para el héroe
un sepulcro para el viajero
una habitación sin tiempo
una cama de sueños eternos

Por fin se acerca el día
de marchar y decir adíos
dejar atrás esta era
y volar a otra estación

En esta vida no hay eternos
no hay tiempos inagotables
no hay momentos inmortales
Ni el sol que adoras es infinito...

2 comentarios:

Hamlet di Beliatio dijo...

El último aliento nos dará las fuerzas para destruir el velo de las apariencias, nos dará a todas luces de la savia de la sabiduria que no conquistamos en nuestra apócrifa vida... Nos dará la alegría de ver quienes estuvieron siempre a tu lado...
Saludos Don Orion...

Sir Roque del Blanco Árbol dijo...

Mi amigo, todos tenemos un lugar, si no es aca, lo buscaremos con uñas en las piedras y sueños en el firmamento, nada nos detendra en unuestro camino de ser felices, pues a pesar de toda oscuridad siempre existira la luz…