En el mundo de los sueños no hay amanecer, son su propia luz, su hidrógeno y su reactor, no hay mil sacrificios aztecas que hagan que la bendición del padre sol aparezca por su horizonte, Adán ya no volverá a aquel paradisíaco sitio, la esperanza ya envejecida está en la caja de Pandora, y Morfeo parece que en transantiago hacía mi viene, o soy yo el que no lo quiere recibir, ¿me sacrifico acaso masoquistamente como aquel carpintero y sus secuaces?, soy el hazme reír de la humanidad, el señor de la nada, el antipoeta de mis sentimientos, lucho contra el dragón invisible, rogando atravesar pronto sus escamas para acostarme con la fortuna y yacer al día siguiente con la muerte, con su cálido abrazo que ante esta nueva era glaciar quema mis nervios, paraliza mi lado derecho y agiliza la sinapsis del pasado, tuyo, mío, nuestro, ajena, del prójimo, arrebatado, desolado, cedido y nuevamente conquistado, colores en blanco en negro y la sombra se ilumina con el pudor de la prostituta divina, sentada al borde de las ideas, flirteando con la memoria colectiva, podando una Amazonía de recuerdos, se entrega al vicio para regalar comida, techo y abrigo a los ricos mientras el pobre compara sus acciones de reciclaje en la bolsa riéndose del que ahorra y del que no da limosna, tontos que se despiertan con el gallo de la contaminación, ese invento de los liberales, señores feudales en sus castillos de tratados, convenciones y muerte al capitalismo, allí donde la desidia toma permanentes vacaciones los poetas descansan de las musas y se toman un trago por la libertad mientras ellas le lavan los libros y planchan sus anuarios, aunque rumores cuentan que eso es al revés, nadie desmiente el machicidio, por algo el ambiente no huele a testosterona, pero las apariencias deben guardarse, el protocolo no se divulga por los periódicos como el pan, debe de ser tuyo sino tendrás que abandonar las tierras e irte al iglú mas cercano, de esos artificiales pues ya nada lo hacen como antes, si quieres naturaleza, anda al campo, o a eso que llaman museos, a aquellos lugares llenos de polvo donde te hablan los mudos y los ciegos pueden ver la soledad, allí te espera el amanecer, en situaciones, lugares, hechos y anécdotas cotidianas que distorsiona la mente de los cuerdos.
No te preocupes, que aun hay religiones, se sigue usando petróleo y mañana vence la hipoteca, tranquilo, que puedes disfrutar de tu seguro mundo, y si no sientes nada de eso, y hace un calor insoportable, no te preocupes, no es el infierno, simplemente no apagaste la estufa imbécil y la cuenta del gas se irá por los cielos, solo preocúpate si ves que al lado una pareja feliz camina por el parque, ahí estarás en tu averno, y allí no te queda más opción que seguir la corriente o llamar uno a la compañía de gas y dos a la policía para que termine con esos inmorales homosexuales que dañan tu sensibilidad.
Humanito cualquiera, bienvenido al mundo de los que vigilan para que tú te sigas revolcando en la mierda de dólares, fe y genocidio, estamos aquí para servirlo, nosotros le pagaremos con nuestra sangre para que el hombre libre camine por las alamedas de las privadas cárceles, reteniendo el sida en África y que no llegue al mundo blanco y sufriendo las sequías para que en sus piscinas se sigan bañando plácidamente sus hijos, no se preocupe, por usted los campamentos serán lujosos barrios donde nuestra riqueza será la cocaína, las armas y por sobre todo tu ignorancia completa de nosotros.
Mientras palidecemos en la oscuridad el sol por siempre brillará para ustedes.
viernes, 30 de enero de 2009
Los que vamos a morir te saludan
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