Determinante, enérgica, retrógrada.
Capaz de transportar hasta esos rincones olvidados,
donde callan las manos y se refugia el semblante perfecto,
toda la necesidad incipiente de aquellas impresiones inmersas en esa tentativa “encausada”. De olor a madera, a la brisa en otoño, al herbaje manoseado por el rocío, (excitante) como miel resbalando hacia una jadeante rosa abierta de par en par…
De la lluvia los gritos desesperados, deseosos de esas agujas de acupuntura que a oscuras atraviesan el cuello.
Anestesia… es anestesia.
2 comentarios:
Anestesia.
Huele a paisaje otoñal, a estación fría y húmeda que hace lucir la desnudez de los árboles.
Ecelente escrito, extrañamente me evoca un extraño zumbido en los oídos, como cuando las ustancias sedantes hacen de las suyas.
Saludos!
Armando ya no sabe escribir.
Tu texto es :-o y otros monos más pero no me parece adecuado ponerlos acá XD
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