Así la recuerdo: un ánimo inquebrantable, dulce pero a la vez firme y severa. Era persistente como pocas personas, rayano en la terquedad. Pero era demasiado genial como para considerar su obstinación como tal, era inspiradora. Tal vez es por eso que todo esto sucedió….
La última vez que conversé con ella, la noche del 9 de junio en el estacionamiento, fue extraño: Su voz era queda, traía nostalgia en su mirada y dejó un sabor de despedida en sus palabras:
-Sophie, hace mucho tiempo que trabajamos juntas ¿Cierto? Bueno, no tantos años como quisiera, pero largos momentos hemos estado en cada situación. Desde que fundamos esta empresa, los gajes de ser independiente, formar una empresa y convertirla en lo que los economistas llaman “EL imperio”. Nunca te he dicho lo importante que has sido para mí, ayudándome en la dificultad, compartiendo los triunfos, haciendo de nuestros sueños el trabajo que realizamos. No soy buena con las palabras. Creo que un te quiero resume todo mi amiga…-
Jamás había visto antes lágrimas en sus ojos, ni en las más duras pruebas que el pasado nos presentó. Su velo de piedra se desmoronaba. Nos abrazamos y también lloré
-¿Sabes? Si mañana muriese lo que más extrañaría es dejar de verte. Tú sabes que dejé a mi familia desde muy joven: el mundo no se lleva bien conmigo ni yo con él. Tal vez sea verdad cuando dicen que nací amargada y resentida. Hasta tú me gritaste una vez: “prototipo de solterona empedernida”-
-Jajajaja, si lo recuerdo –contesté. Extraña mezcla de risa llorada- fue para un trabajo de… no recuerdo. Había ido al cine con Charles y no cumplí con mi parte del informe. Te pusiste furiosa y me preguntaste: “¿Cuándo tres millones de hormonas han pensado mejor que dos neuronas?”-
-Desdé que nos conocimos en la universidad, eres la única que me ha acompañado en mis locuras, arranques y proyectos.-
-Lo de soltera empedernida nunca te lo dije con sinceridad.-
-Lejos de la verdad no estuviste…-
Silencio. Continuó ella, tras unos minutos.
-Tengo miedo Sophie. Desaparecer, abandonar este mundo. Siento que no he vivido, me faltan muchos años para encontrarle verdadero sentido a mi existencia. Tal vez siglos…-
-¿Por qué dices eso? – Realmente me preocupó- Eres una mujer joven y con mucho futuro por delante. Tienes poder, dinero, fama y lo que quieras puedes tenerlo con sólo pedirlo. ¿Qué te falta?-
-No lo sé. Pensaba en voz alta. Nos vemos mañana, es el gran día.-
Miró el reloj, se subió a su auto rápidamente, muy nerviosa, y se marchó. Sentí en mi pecho una desgracia tácita, jamás antes tal presentimiento me impactó…
¡Maldición! Cómo olvidar mañana del 10 de Junio: El día de su presentación. Llegué a nuestra oficina y encontré su cuerpo boca abajo, tenía un tono púrpura en su suave piel, su cabello rojo desgreñado y los trozos de vidrio adornando tal escena. No recuerdo que más hice después de helarme de dolor y espanto…
Policías por todos lados y el informe era elocuente: Muerta.
Qué hablar de los periodistas, sanguijuelas preguntando las morbosidades más rebuscadas de la perversión humana.
Son confusos los recuerdos en este punto de la historia, confusos los pensamientos, las acciones y los hechos. Sólo recuerdo que me dejé conducir por un oficial que me decía no recuerdo qué palabras. Tres inconexas aún residen en mi memoria: formalidades, declaración, sospechosa.
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
CONVULSIÓN EN LA OPINIÓN PÚBLICA.
Es encontrada muerta en su oficina la famosa diseñadora Anaís Van Deer.
___________________________________________________________
MUERE ACLAMADA FIGURA DE LA MODA
La magnate del imperio Van Deer fallece en extrañas circunstancias
___________________________________________________________
NO HAY DUDA: ¡ASESINATO!
Estudio forense revela los pormenores del caso Van Deer.
___________________________________________________________
LA MODA ESTÁ DE DUELO.
Van Deer nos deja bajo un halo de sospechas
___________________________________________________________
¿FUE SU ASISTENTE?
Lea todas las aristas del horrendo homicidio de Anaís Van Deer.
___________________________________________________________
ADIÓS ANAÍS
Vea las exclusivas imágenes de la escena del crimen
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
¡Qué horror! Cuántos titulares asquerosos, serpientes infrahumanas. A cuántos de ellos imaginé y soñé con sus esposas, madres, hermanos, hijos asesinados y con la tropa de bestias carroñeras de sus compañeros tratando de vender la exclusiva. ¡¡¡A qué hemos llegado!!!
El informe era elocuente: Muerta. La causa de muerte fue desangramiento. El estupor era generalizado: Ni una gota de sangre en la escena del crimen y su cuerpo sólo presentaba dos desgarraduras de unos cuantos centímetros en el cuello. ¿¿¿Qué mente enferma pudo haberse tomado tanta molestia para hacer algo así??? ¿Un acosador? ¿Un psicópata?
Jamás me atreví de ver detenidamente las fotos de su cadáver. Sólo para testificar.
Fui la última persona en verla viva. Según el informe murió en la noche, a las 12.30 aproximadamente…
… diez minutos después de que me dejó en el estacionamiento. Volví a casa, sola. Sin coartada convincente decían: Sospechosa.
¿¿¿Por qué??? Qué manera tienen estos detectives para herirte en lo más profundo. Palabras ácidas, insultos, amenazas, todo para sacarte una confesión. Me hiela la sangre pensar cuántos inocentes cedieron ante este juego para declarar su culpabilidad.
En una habitación de interrogatorio, cansada, tras muchas horas de preguntas, me dejan sola. Lo sé, me observan.
Y aquí sucede lo increíble: A punto de desmayarme del shock y el estrés escucho una voz a mis espaldas: ¡Sophie!
¡Dios! ¡¡¡Era ella!!!
Anaís frente a mis ojos. Creí que soñaba, pero los videos de seguridad revelaron que estaba muy lúcida (tras este acontecimiento, hicieronme diversas pruebas psiquiátricas).
-Mi amiga, cuánto lo siento- dijo un espejismo que me pareció ser Anaís. Jamás pude saber si era su rostro, es muy extraño, como cuando una está a punto de caer dormida.- Esta situación jamás la contemplé-
-¿¿¿Quién te hizo esto???- fue lo único en que atiné a contestar.
-Fui yo…
…es mi culpa, yo me lo busqué, Yo lo busqué a ÉL. Sólo quería vivir junto con la humanidad, pero ahora me encuentro en el medio. -
Más confusa me sentí. A qué se refería, quién era “él”.
-Perdona ser una carga para ti –continuó - aún después de dejar este mundo. Sabes que eres lo único que tuve en la vida y si no fuera estrictamente necesario no acudiría a ti. Debo hallar a Necrofellius, o si no jamás podré descansar en paz. Estaré entre este mundo y la muerte por la eternidad. No sé que hacer, ya no pertenezco a los vivos. Tampoco a los muertos. ¡Por favor, ayúdame!-
-Oh, mi Anaís, ¡por ti soy capaz de acompañarte hasta las mismas sombras! ¿Qué puedo hacer estando yo acá detenida, sin posibilidad de ir al mundo exterior?-
-No mucho. Pero viene en camino Albert Schwälzbern, el mejor abogado con el que trabajo. Perdón, con el que trabajaba… Invadí sus sueños durante la madrugada, no dudes que vendrá a sacarte. De-un-modo-u-otro.-
-¿Y quién es Necrofellius?- pregunté
-Por favor, suficiente te he exigido con esta aparición, pero te pido un poco más…
…¿Crees en vampiros?
…
Acá termina la visión que en sueño se le reveló al espectro Armando. No, aún no es tiempo para el final, la historia continua. Vista por otros ojos, contada por otras bocas, otra sangre la pluma ha de empapar...
7 comentarios:
mi querido Armando: quizas te has metido en mis sueños... los vampiros para mi son una fascinacion constante y espro con ansias la continuacion....
Ya había dejado mi post, lástima que lo borraran, no sé porque motivo.
Excelente historia.
Interesante... más interesante saber que continúa... muy bien...
Me uno a la comparsa.
Se viene... "La Sombra del Cainita"
shus...y esta poetisa...dónde está?
Quién será este tipo que confunde a un "Cainita" con una mujer. Jajaja.
Buen blog.
Que interesante que la gente de historia se dedique a cosas más interesantes.
Exelente escrito, encuentra la vuelta de tuerca genial a las historias de asesinatos y enígmas por resolver. ¿Cuando publicará la segunda parte?
Publicar un comentario