Odio (o dualidad falaz)

Hoy declaro, anuncio, manifiesto, proclamo
ante vuestra presencia y la de honorable jurado
que os odio, y con todo mi aliento
Os odio con demencia y exceso
Os odio agonizante y ciego
Como a la dulce mañana de primavera
como a la luz suave de tibio sol
Os odio con demencia y pasión
Os odio desenfrenado y enajenado
Como a la lluvia fresca en los albores del invierno
Como a la sutil brisa del equinoccio
Tanto es mi odio y desprecio
Tanto es el afán con el cual os detesto
que deseo veros aniquilada en vuestro lecho
Desposeída de toda fuerza, es mi deseo
Provocaros el más largo y agudo de los lamentos
Despedazarle el corazón, romperle el cuello
Beber de su sangre, estrujar su cuerpo
destrozar esa espalda trecho a trecho
Os lo manifiesto en libres versos
de métrica ultrajada y corrupta
tal como mi odio y estos actos violentos
os he de dispensar estos dones frutos del desprecio
Nada dejaré de vos, en mi destructivo odio
no se salvaran los inquietos ojos
ni los frescos labios han de prevalecer
Tal es mi odio iracundo y enfermo
que éstos seran mis trofeos atados a mi voluntad
Nada quedara de vos, lo podéis apostar
Mi odio es tan grande que todo arrasará
ni una sombra de lo que fuísteis seréis
Quiero veros disminuida entre mis brazos
intentando aplacar tanto odio dispensado
Quiero que desfallescais ante mis ojos
Adueñarme de cada gota de sangre y lágrimas
Pues tanto es el odio que os profeso
que se hace confuso el pensamiento
se corrompen fácilmente las palabras
las mentiras se hacen verdaderas
Tanto, tanto os he declarado odio
que ya no sé dónde empieza y a dónde irá
Leed bien mis palabras, éstos mis versos
pues fiel reflejo son de este entuerto
Mala costumbre llamar por limón a la manzana
Hemos intercambiado numerosas falacias
Una más encontraréis en estos versos
Leed bien...
... y os daréis cuenta cuál es el odio que siento.

Abaris Orion