viernes, 29 de agosto de 2008

El principio del fin: La Batalla Final

Se detuvo a pensar mientras la tenue luz de la luna apenas rozaba su ser, “si los que entran la abandonan, ahora que miro su inscripción yo la he recuperado”. La sonrisa gélida como aquella noche volvió la espada al pórtico milenario, él no entraba a perder las esperanzas, el infierno quedaba atrás, y el magro porvenir se veía negro como sus pensamientos…

“Ya había olvidado lo que era este putrefacto aire de la tierra, pero pronto me encantará, bien, que la guerra comience, estoy ansioso de ver a la humanidad suplicar a su dioses, ahora yo soy amo y señor de todo lo que mis huestes alcancen a destruir”.

Cuenta así la leyenda de que antes de caer a la tierra por obra de Dios y su adalid el arcángel Miguel, nuestro Señor vio con pena a su más querido ser creado después de su hijo y le habló de la siguiente manera:

“¡Ay hijo mío!, porqué has desafiado a quien os dio a bendición de permanecer a mi lado y acompañarme en la gloria del Amor”. Pero Lucifer, a Estrella del Alba, el Serafín más grande de todos, poseedor de la sabiduría infinita solo superada por su creador clamó venganza pero con una voz digna de la piedad diciendo:

“Oh padre mío, tú que renegaste de mi, de mi legitimo derecho a ser dueño y hacedor de todo lo creado por tu amor, si me quieres aunque ya me has condenado a perecer antes del Fin de los Tiempos, prométeme por el Amor y vuestro nombre que tendré poder absoluto sobre tus preciadas criaturas que crearas y las hare sufrir por todo lo que tendré que pasar antes de que reines definitivamente”.

Y Dios, movido por el divino amor que lo rodea, le contesto: “pues que así sea, nunca antes de tu insensatez os negué algo, y creo que ahora será lo último que os acepte, mas serás desafiado y derrotado por uno de aquellos que harás sufrir, veras que los que creare os harán pagar uno a uno tu Pecado y recordaras quien es Dios, a que reniegas con todo tu ser”.

Y así, el maligno ángel con sus negras huestes cayeron a la tierra que por temor a su ira e abrió su seno y le dejo pasar para que tuviera allí su morada que lo albergaría hasta que se cumpliera la promesa de Dios, promesa que, mis hermanos, ya se ha cumplido…

3 comentarios:

dijo...

La historia del angel caído, del más bello ángel que se rebeló...
un beso enorme!

Miguel Grammont dijo...

Qué epico narras.

Felicitaciones Roque, de vuelta con un trabajo digno de tu fama.

Sin duda, tienes un talento sobresaliente.


Saludos!

Sant Bufó dijo...

MH!

Lo robé para mí.