jueves, 8 de marzo de 2007

Estrellada y otoñal


En mi viaje una hoja solitaria y silenciosa que escapó de un gran árbol , entró misteriosamente por la ventana en un manto invisible hecho por el viento y se posó suavemente en mis manos, la observe con curiosidad, una hoja estrellada y otoñal, una hoja que decía algo, algo especial, algo que no debía olvidar, el mensaje solo el poseedor de ella podría entenderlo, o quizás también alguien más (con algo de deducción al estilo Holmes). En el viaje un paisaje teñido por el sol, la mensajera otoñal había cumplido su misión, las siembras se dieron pronto, y las cosechas de esta estación son ricas, o por lo menos eso esperamos...
A. Bastis

2 comentarios:

Miguel Grammont dijo...

Hojas cayendo, pueden golpearte la cabeza con la ligereza de un dedo del viento, aún así pueden traerte a la mente torbellinos de recuerdos.

¡Ah! los árboles, ellos parecen callar, sin embargo en sus cortezas largos recuerdos parecen guardar. Callan melancólicos en el invierno, cantan alegres rebosantes de verde en el verano. Mil y una historias, si pudieran hablar...

... O tal vez si los supiéramos escuchar.

Sir Roque del Blanco Árbol dijo...

Pues si el amor siembra en su corazon los frutos seran los mejores siempre mi amiga, debemos siempre amar y dar lo mejor por lo demas, ser felices y no devaer ante nada pues todo cuesta, nos duele la soledad y la nostalgia, pero el recuerdo, una mirada o esta simple pero especial hoja nos da el mensaje que esperabamos recibir, todo nos ayuda, solo debemos prestarle oido y seguir su luz hacia nuestros sueños, siga asi mi amiga, que cuenta con varios locos que la apoyaran por siempre pues los sueños dan trabajo pero son mas llevables en compañia.