Siempre hemos pensado que existe una barrera, difícil de penetrar. No es una muralla, ni campo de fuerza. No es ninguna fuerza natural, ni sobrenatural. No es la vida, ni la muerte. Es nada más ni nada menos que el silencio. El filo más frío, la espera más eterna, las horas más largas son siempre las más silenciosas.
Es que el Silencio deja de ser ausencia de palabras y se transforma en todo un personaje. Puede ser un sutil compañero o un tormentoso verdugo. Puede ser tan sano como corrosivo. Amigo o enemigo según las circunstancias lo dicten, el Silencio es imposible de ignorar.
Entendemos como Silencio (lo nombro con mayúscula para denotar su calidad de personaje) la carencia o ausencia de fluidez en la comunicación, no sólo en su forma, también en su contenido.Consiste en palabras mal expresadas, ocultas o ausentes. Es pensar, sentir, actuar (o no) de una manera, pero sin expresarlo de manera abierta. En pocas palabras es la carencia de expresión.
Existe Silencio cuando:
Entendemos como Silencio (lo nombro con mayúscula para denotar su calidad de personaje) la carencia o ausencia de fluidez en la comunicación, no sólo en su forma, también en su contenido.Consiste en palabras mal expresadas, ocultas o ausentes. Es pensar, sentir, actuar (o no) de una manera, pero sin expresarlo de manera abierta. En pocas palabras es la carencia de expresión.
Existe Silencio cuando:
- El emisor transmite mal o no transmite su mensaje
- El receptor no recibe o recibe de manera incorrecta, truncada o deformada el mensaje
- El mensaje es inexistente o poco explícito
- El código es incompatible entre emisor y receptor
- El canal es deficiente, se encuentra deteriorado o es mal aprovechado
Cualquiera sea la causa, sus efectos no son unívocos. Hay cosas que el Silencio puede calmar, como también puede dañar. No expondré ejemplos, los podrán encontrar en las experiencias de la vida cotidiana, ustedes queridos lectores podrán apreciar al silencio como fiel amigo o como traicionero tormento.
Sea cual sea su efecto, podemos apreciar una reacción secundaria: el Silencio mata.
Los seres humanos no podemos guardar en nuestro interior tantas palabras reprimidas, mal expresadas o simplemente no dichas. Aquí nos podemos dar cuenta de la aparición de dos elementos: La intención y la represión.
La intención implica las ganas de expresar una idea, pensamiento o sentimiento. Como obstáculo nos encontramos con la represión: la cual consiste en un impulso, propio o externo, que detiene, frena, trunca la intención. Entonces se produce Silencio.
Entonces, como una máquina a vapor acumulamos palabras reprimidas hasta llegar a un punto crítico dónde la caldera colapsa y explota con consecuencias difíciles de medir.
Silencio o no Silencio ¿Quo vadis?
El dilema se hace presente cuando sentimos la imperiosa necesidad de soltar presión de la ardiente caldera que antes expuse.
Una solución es provocar una serie de explosiones controladas y sucesivas a través de una chimenea o tubo de escape.
Nosotros, hemos encontrado variadas maneras de romper Silencio: Versos, prosa, dibujo, música.
Y eso intentaremos mostrar en este espacio: Silencio destrozado, publicar y dar a conocer todo aquello que antes guardábamos en nuestros adentros o sólo en nuestro cerrado círculo de amistades.
E invitamos a todos los interesados a ser partícipes, cuando gusten, bienvenidos serán.
Sea cual sea su efecto, podemos apreciar una reacción secundaria: el Silencio mata.
Los seres humanos no podemos guardar en nuestro interior tantas palabras reprimidas, mal expresadas o simplemente no dichas. Aquí nos podemos dar cuenta de la aparición de dos elementos: La intención y la represión.
La intención implica las ganas de expresar una idea, pensamiento o sentimiento. Como obstáculo nos encontramos con la represión: la cual consiste en un impulso, propio o externo, que detiene, frena, trunca la intención. Entonces se produce Silencio.
Entonces, como una máquina a vapor acumulamos palabras reprimidas hasta llegar a un punto crítico dónde la caldera colapsa y explota con consecuencias difíciles de medir.
Silencio o no Silencio ¿Quo vadis?
El dilema se hace presente cuando sentimos la imperiosa necesidad de soltar presión de la ardiente caldera que antes expuse.
Una solución es provocar una serie de explosiones controladas y sucesivas a través de una chimenea o tubo de escape.
Nosotros, hemos encontrado variadas maneras de romper Silencio: Versos, prosa, dibujo, música.
Y eso intentaremos mostrar en este espacio: Silencio destrozado, publicar y dar a conocer todo aquello que antes guardábamos en nuestros adentros o sólo en nuestro cerrado círculo de amistades.
E invitamos a todos los interesados a ser partícipes, cuando gusten, bienvenidos serán.
E.D.S.
mail: espectros.del.silencio@gmail.com
1 comentario:
efectivamente como buenos espectros pensamos muy parecido y nos mueven comunes motivaciones...
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