Cuanto llora el reloj cansado
A la hora en que ha recorrido
La vida inherente al resplandor
Que juega en el interior de los cuerpos,
Contando cada segundo del sufrir,
Es momento de revelar el recuerdo
De aquellos días sobre la arena,
En donde los ojos solo se golpeaban
Con sus ráfagas fulminantes,
Entrecortadas caricias en ausencia
- Cuando en derredor las sombras bailaban -
Ocasionaron el bello refugio mimado
Junto a la fuente de mis deseos,
El pantanal de los sonidos enigmáticos;
Y transitaron los pasos de la conjunción,
Complementando dos corazones en par,
Que la muerte del dolor,
De quien falaz cayó en los sueños
De la suerte cabalística,
Buscó lugar a mi honra
Contratando al desgraciado Destino.
1 comentario:
Más que las letras de un nuevo Espectro, suena a los versos agónicos de uno viejo...
¿Es acaso el último suspiro que lanza tu alter fenecido?
Vida, amico, vida.
No queda tiempo para agonizar, sino para vivir.
Saludos, hermano de batallas.
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