domingo, 11 de febrero de 2007

.:.:.:.:.: Ilusiones rotas :.:.:.:.:.


La calida luz de la luna que refleja suavemente sobre mi rostro triste.Puedo ver los espectros danzando tranquilamente una melodía trágica, pero a la vez se hace muy dulce para mis oídos, es una tonada maravillosa, un poco mas allá están danzando junto a tu alma triste y vaga que no tiene mas lagrimas por derramar, sus fuerzas ya se acabaron desde el momento en que ya no estas contento con la vida que llevas, desde que estas intranquilo con tigo mismo.Una sueva llovizna toca mi rostro limpiando ese gesto impaciente que no me deja tranquila ni siquiera por un momento.Me agobia el saber que me estoy hundiendo en mi propia tristeza y ya no estas ahí para sacarme de este problema que me mata lentamente.Mi corazón ya no da mas, pensaba que era fuerte, pero luego de hoy me doy cuenta que no era como yo lo imaginaba, al contrario, solo era una imagen falsa, este era muy sensible y al mínimo sentimiento de dolor se rompió en pedazos….Como lo hago para volver a repararlo, duele mucho este sentimiento de frustración.Solo me queda esperar sentada junto a esos columpios abandonados a los que acudíamos con frecuencia. Mientras mi alma intranquila e insegura danza junto a mi para recordarme que fue solo un intento que termino en nada, el viento se llevo las ilusiones que tenia de estar junto a ti, se las llevo muy lejos para no volver a encontrarlas jamás.

1 comentario:

Miguel Grammont dijo...

Son las situaciones de la vida nada más que meros ensayos, proyectos a cada paso que pueden concretarse con sangre o desvanecerse con un suspiro.

¿Qué corazón puede resistir la caída del edén, la oscuridad absoluta, la caída al tártaro?

No es debilidad estimada espectro, pues de ser así no dudo en afirmar que la humanidad entera es débil. Las rocas, los océanos, montañas y el cielo ha de permanecer en su lugar, cambiar durante eones, pero seguirán igual en nuestra vida terrenal. Somos un suspiro en el universo, no somos ni titanes ni dioses. Somos humanos, sangramos, reimos y lloramos. La fortaleza no es quedar impasible ante los golpes de la fortuna: Fortaleza es recibirlos y aún después de caer estar mañana de pie y con renovados bríos...