jueves, 19 de octubre de 2006

La noche de los Espectros (Respuesta a Apadeva Bastis)


Oh dama, soñar, la irrealidad calmando el dolor de las heridas.
¿Pues cuántos sueños hemos queridos ver hechos realidad?
Así como tantas realidades quisimos que se volvieran sólo sueños.
Pero ningunde éstas se compara con la realidades que parecen sueños, pues son fantasías de una noche de primavera y se desvanecen como la niebla matinal arrastrada por el viento.
Y lo único que queda es este vacío, aquel lugar que dejó la esperanza que ahora yace marchita tranformandose en vacío y éste en irracional impulso de traer el pasado de vuelta, con el furor e ira de los dioses.
Bebamos entonces éstos, nuestros oscuros versos, con sangre y suave droga, pues nuestra alma clama por rápido calmante, el dolor hace retorcer a los sentidos, la vista se nubla, los delirios nos traen imágenes y fantasmas de ultratumba, ya el fin se acerca.
¿Cómo ha de ser la muerte para el espectro, un ser que ya ha muerto?
Tal vez sólo es otro mal sueño, como siempre artificio de Morfeo.
¡Entonces qué tienen en nuestra contra los crueles dioses!
Esto se transforma en una condena, como Prometeo de entrañas devoradas o como Atlas soportando el peso de los Himalayas. Los dioses han de estar enfurecidos con nosotros, pues ya no han de quedarnos entrañas mientras soportamos el peso de toda la tierra en nuestros hombros.
Es el destino tal vez el que nos condena, pero a la vez nos ha unido en un solo clamor que sube desde los más sublimes actos de la vorágine humana.
¿Nuestro camino ha de tocar a su fin? Mis miembros ya no soportan más caminos, como sé que los suyos igualmente están agotados, pero en el horizonte se distingue una línea infinita que hemos de caminar.
No más vueltas, no más . Que a cada recodo nos esperan fatuos obstáculos que impiden seguir la senda que queremos, tal vez porque otra ya nos ha trazado la Fortuna.
¿Esto es un sueño? Para ser un sueño, Morfeo tiene muy buenos artificios, bastante convincentes son sus juegos de irrealidad.
¿Y después qué? ¿Despertar?
Ningún consuelo ha de producir, pues a un un sueño sombrío le aguarda una realidad aún peor.
Lo sé, estas palabras a nadie animan, pero es mi forma de expresar lo que pienso y lo inspirador que ha sido su escrito "En los brazos de Morfeo".
Y, tal como alguna vez me lo recomendó, hice de ésta, mi respuesta, un escrito oficial.
El teatro de Morfeo espera, ríamos como Dionisio mientras fingimos que todo está bien. Mientras esta gran tiniebla cubre nuestros ojos, la noche de espectros se hará sentir como alma en pena.
¡Hasta pronto!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bueno que el escrito haya desencadenado en vuestra merced tal reflexión. Lamentablemente algo malo hicimos y los dioses se han enojado, o quizás es como decía Juan Calvino, hemos sido predestinados a ser sombras condenadas... triste historia, pero basta! dejemos de lamentarnos por nuestra desgracia y peliemos con los dioses.