martes, 27 de abril de 2010

En el pecho


Quisiera desprender de este pecho febril
Ese trozo de alma canceroso, con mis manos largas
Hundir hasta las muñecas y entre pecho y espalda
Escarbar una y otra vez esta podredumbre
y botarla, hasta con las yemas de mis dedos

Quedar tirado en la cama, botado y absuelto de culpas
Fragmentado entre sabanas, sangrantes de hemorragia
De esta tristeza enorme, y su sombra que me arrebata
Tirado, sangrando desahuciado para esta vida
Por mis trancas y mis temores con sus respectivos fantasmas

¿No soy suficiente para ti?, buen argumento
Tal vez no se suficiente para nadie
Tal vez ese sea el cuento
Di todo desde mi ineptitud e incompetencia
Di todo, total hace años soy pura tristeza

Esa sombra que se cierne sobre mis días, mi compañera mal oliente
Comprende todos los vaivenes del tiempo, de mi tiempo
Lapso fragmentador de mi relativa conciencia existencial
Busco y rebusco acá en este fractal existencial, perpendicular a mi subconsciente
Que no soy el de antes, que tal vez sea este el de siempre
 Que hay días y tardes en desearía la muerte  

1 comentario:

Sol dijo...

Tu escrito es trágicamente hermoso...

Muchas veces uno desea morir cuando la sombra de lo que perdemos nos come y nos duele tanto!!! Pero lo importante es saber que hay un hombre que estás dejando de ser para ser aquel que eras antes de caer, o quien quieras ser cuando te levantes...

Para que el amor sea suficiente debe haber una desicion de ambas partes... equitativa...

Te dejo un fuerte abrazo!! Y arriba muchacho que todo lo que no nos mata nos hace más fuertes!!!