lunes, 10 de noviembre de 2008

Me Llamaste a Gritos



Pues bien, aquí estoy
Tú me has invocado
Frente a tus ojos, no es sueño
soy a quién has anhelado
Me has llamado para llevarte.
¡Aquí estoy, toma mi mano!

No hay tiempo para arrepentirse
Lo has pensado, decidido y consumado
Has clamado a gritos mi nombre
Has solicitado que te lleve al otro lado
Pues tus muñecas caen exangües
Y perdidos se cierran tus ojos nublados.

¡Aquí estoy, toma mi mano!
¿Acaso a mi merced no has rogado?
No pongas más resistencia y asume
No te aferres al mundo que has despreciado
No es la hora para el arrepentimento
Es la hora ya de cruzar al otro lado.

Mira el suelo, qué reguero has dejado
has abierto de cuajo los cauces de la vida
A borbotones mana el líquido preciado
¿Ya no quieres dormir entre mis brazos?
Y ahora te resistes en la última partida
¿Ya no quieres cruzar en mi barca?

Disfruta por última vez la primavera
Recuerda las alegrías del verano
Rememora el frío beso del otoño
¿Aprendiste a amar la nostalgia del invierno?
Despídete de todo ello en esta hora
Después de todo tu vida no ha sido un infierno.

¿Lloras en este magnífico momento?
Partes hacia la eternidad de lo incierto
¿Te arrepientes de tenerme a tu lado?
Te recuerdo que vine por tú llamado
No te arrepientas ahora, no comprendo
¿por qué aferrarse a algo que siempre has odiado?

Es en esta hora, en la puerta perpetua
mientras a tus miembros el ánima abandona
has aprendido lo que en vida es más preciado
No importa cuán odiosa sea esta existencia
Este mundo que abandonas es maravilloso
No escupas sobre tan superior creación.

Mira bien, abre bien esos ojos agonizantes
¿Que no te hace feliz sentir este aire?
¿No te encanta sentir los pulmones hincharse?
¿No es un placer sentir tu corazón exaltarse?
¿Jamás disfrutaste del don del tacto?
¿No oliste, comiste, viste, viviste en esta tierra?

Vaya petición que me has hecho pequeño botón
Has cortado de tu tallo para que te llevara
sin siquiera haber disfrutado del esplendor
sin sentir la brisa de cada estación en tus pétalos
sin siquiera haber esperado a florecer
de verdad, ha sido una gran decepción.

El sueño te invade, no puedes resistir
He acudido al llamado que a gritos pediste
¡Insensata flor precipitada e impaciente!
No pudiste esperar a que fuera tu estación
pediste que te llevara a otros campos
Siendo apenas un frágil y pequeño botón.

Duerme ahora, no existe el regreso
Te precipitaste sin pensar hacia el abismo
sin ver, sentir ni vibrar de verdad.
Tu hora tardaba y no supiste esperar
Te dejaste llevar por la oscuridad
Por los tallos envidosos de la maleza.

¿Te das cuenta mi flor que has hecho?
De todos los caminos, este es sin retorno
De todas las decisiones, esta la más trascendental.
Te digo, por mi larga experiencia, has obrado mal
insensata, jugaste con un don que no supiste gozar
Despreciaste el regalo que los dioses te habían dado.

Pues no hay más tiempo para sermones
Y más que un sermón, la lección será tu final
Cuando en las frías aguas del Estigia te veas
Cuando de mi barca desees escapar
Tu vida será ya terminada
Mi llamado será, al fin, cumplido.

Sin más palabras que mediar, al fin
Te han abandonado las fuerzas
Reposa sobre el frío suelo tu cabeza
Es mío tu espíritu y de la cripta tu cuerpo
Te lo dije, en esto no hay segunda oportunidad
Una vez tomado el boleto, no hay regreso.
________________________________________

- Qué frío río, ¿no es cierto?

- Sí que está helado, mi señor

- Apuesto dos monedas de oro a que jamás habías sentido tan hiriente cuchillo gélido.

- En verdad, qué desgarrante brisa.

- Es justo, es justo. Pues no hay peor vida que la otra vida. Es mejor vivir en el desastre de lo cierto que en el limbo de lo incierto.

- ¿Y hacia dónde vamos?

- He allí la pregunta, pequeña flor. Puedo responder de dónde vienes. Y de dónde vienes hay siempre un sol que te ha de abrigar y una noche para descansar. Pero hacia dónde vamos, nadie sabe si encontrarás tal. ¿Hacia dónde vamos? Tal saber dónde vienes y por qué vives tome toda una vida. Pero el saber hacia dónde navegamos...

... Eso en verdad toma toda una eternidad.

No te desanimes y ayuda a remar.

2 comentarios:

dijo...

Te llamaron y acudiste, no era tiempo no era momento... pero salvaste a esa flor que pedía por tu presencia.
Muchas veces en la vida pasa lo mismo con las personas, no es tiempo, pero vamos, no hay amor, pero acompañamos, eso es valentía, eso es humanidad.
Mil besos

Sir Roque del Blanco Árbol dijo...

Como se dice en la película Alatriste "Las palabras pesan" y el deseo de lo inevitable cuando llama a nuestras puertas no siempre es para nosotros la certeza y lo que nuestro corazón desea, pues el camino sin retorno, cuando se descubre lo maravilloso de esta vida, ya no nos es tan apetecible a nuestros deseos.

Su escrito es el llamado a descubrir a cada segundo que estamos vivos y que somos importante para este mundo, para quienes nos rodean y por sobre todo para la Vida.

Como siempre excelente escrito ciudadano.